Thursday, October 14, 2010
Ensayo
Thursday, October 7, 2010
La poesía mística
NOCHE OSCURA por San Juan de la Cruz
Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual.
En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que el alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
Este poema por San Juan de la Cruz se conoce como uno de los ejemplos mejores de la poesía mística. Se puede leer como un encuentro entre los amantes románticos, pero en el contexto del siglo y del autor, se trata del encuentro místico entre el narrador y Dios. Como sugiere el título, San Juan usa mucho la imagen del noche y la oscuridad para expresar sus sentimientos. Las dos tienen la conotación de la falta de entendimiento, el secreto, y la intimidad. Aunque no entienda los acciones ni los deseos de Dios, todavía el narrador tiene confianza en su amante por las noches, “más cierto que la luz del mediodía.” Se representa la relaciones entre los dos como un gran secreto desde el principio, en que el narrador se escabulle y solo hay un encuentro entre los dos por razones de la “dichosa ventura.” Continua el sentido de la secreta cuando dice, “En la noche dichosa / en secreto, que nadie me veía, / ni yo miraba cosa, / sin otra luz y guía / sino la que en el corazón ardía.” Es decir que las relaciones entre el autor y el Dios son las cosas más personales y privadas y solo pueden pasar debajo de la protección de la oscuridad. Ignora la confusión que se causa por la oscuridad porque tiene tanto confianza en su Amado. Se describe la fusión entre el Amado y la amada en la quinta estrofa, un ejemplo perfecto de la poesía mística. Por esta fusión hay un transformación profunda de la amada. Al fin, se rinde al Amado y se deja, sin notar el paso del tiempo ni las preocupaciones.
Aparte de la imagen obvia de la noche y la oscuridad, San Juan de la Cruz también usa algunas otras imágenes de la naturaleza. Habla del “pecho florido”, un imagen interesante porque las plantas que floridan necesitan la luz del sol. Es como el opuesto de la personificación; da las características no humanos al ser humano. Compara el aire en los cedros, una imagen llena de paz, con el aire de la almena, una imagen que falta la paz y la traquilidad. Creo que esto representa los dos lados que co-existen en el amor: la paz completa y la tormenta de emociones. No obstante, en el fin elige olvidar las dudas y el cuidado y los deja “entre las azucenas olvidado[s]”. Me interesa mucho esta imagen final porque las azucenas muchas veces están asociadas con la muerte y el renacimiento. De algunos modos, ese encuentro con el Dios es una forma de renacimiento para el autor porque abandona todo que conoce y que le imporanta. Significa su confianza con el gesto de se apoya el rostro sobre el Amado, un gesto de abandono completo.
Monday, October 4, 2010
Maestro y estudiante
De flores y esmeraldas,
en las frescas mañanas escogidas,
haremos las guirnaldas
en tu amor florecidas,
y en un cabello mío entretejidas.
En solo aquel cabello
que en mi cuello volar consideraste,
mirástele en mi cuello,
y en él preso quedaste,
y en uno de mis ojos te llagaste
…
La blanca palomica
al arca con el ramo se ha tornado;
y ya la tortolica
al socio deseado
en las riberas verdes ha hallado.
En soledad vivía,
y en soledad ha puesto ya su nido;
y en soledad la guía
a solas su querido,
también en soledad de amor herido.
San Juan hace un paralelismo interesante entre las flores frescas de la mañana y las guirnaldas que florecen en el amor. Nos da la imagen del rocío del amanecer en las flores y la esperanza de un día nueva. Las flores entretejidas en el cabello representan la condición inseparable del esposo y la esposa. El amor, la luz del amanecer y la belleza de las flores simbolizan la creación bella y el aspecto misterioso de la vida. Las amantes y la naturaleza están partes intrínsecos en sí mismos. La imagen de la paloma se puede ver como una referencia bíblica a la esperanza de creación nueva y al mismo tiempo, como un símbolo de la soledad. Estas dos estrofas comunican aspectos opuestos del amor. La primera habla de la conexión entre los amantes mientras la segunda habla de la soledad del amor perdido o herido. El ave que vuela al altísimo, buscando, es una imagen perfecta de la soledad.
Fragmento de la Oda XIV al apartamiento (Fray Luis)
sierra que vas al cielo
altísima, y que gozas del sosiego
que no conoce el suelo,
adonde el vulgo ciego
ama el morir, ardiendo en vivo fuego:
recíbeme en tu cumbre,
recíbeme, que huyo perseguido
la errada muchedumbre,
el trabajar perdido,
la falsa paz, el mal no merecido;
y do está más sereno
el aire me coloca, mientras curo
los daños del veneno
que bebí mal seguro,
mientras el mancillado pecho apuro
Similar a la imagen de la paloma por San Juan es la imagen de la ¨sierra que vas al cielo altísima¨ en esta oda por Fray Luis. El cielo se representa como un lugar de soledad, calma y tranquilidad. Al contrario de la imagen previa del pájaro soltero en las alturas, la voz poética en esta oda se acerca al amor, aunque se relaciona con la muerte. Se ve el amante (o en este caso, Dios) como un lugar de refugio, seguridad, y la verdad. Está pidiendo ser recibido y ser salvado de ¨la falsa paz, el mal no merecido¨. A mí me parece que la naturaleza se personifica en el amante por la imagen del aire que coloca a la voz poética y cura sus daños. Mientras San Juan personifica la fauna para comunicar los sentimientos inexpresables del amor, Fray Luis personifica los factores más permanentes y más durables de la naturaleza: las montañas y el viento.